martes, 20 de junio de 2017

E voila

Hello!!
Mira que encontré y yo sin recordar que hace un tiempo me dedicaba a escribir lo que me parecía en un blog.

Mira tu que hace más de 6 AÑOS (!!) que escribí o más bien escupí mis tonterías en forma de post. Claro, llego Facebook, Instagram, mi iPhone y así perdí el ritmo y el rumbo.

Pero no fue la tecnología ni los social media los que me separaron de compartir, si no que fue más bien el rumbo de mi vida.

He bajado por el mundo, visto conciertos, cambiado de trabajo, crecido personal y profesionalmente, pero la última noticia, notición inesperado para todos, incluso para mi, he sido madre.

Nunca pensé que un bicho tan pequeño podría provocar todo esto en mi ser. Amor incondicional e infinito, apatía por todo lo anterior y anhelo de todo lo que está por venir.

Ser madre es.. como una bomba de relojería que viene y destroza todo tu mundo y, además, viene para quedarse. Se pega en tu piel, se instala en tu casa, se aferra a tu pecho y se agarra a tu pelo. Es tu misma entidad, tu segundo ser.

A veces abruma, te sientes atada, te sientes acojonada, dolorida, sola o demasiado acompañada. Incluso crees que dejas de ser tu misma, porque eres madre y ahora ese es tu único propósito. En el fondo sabes que no es así, pero muy en el fondo, porque en la superficie sabes que sigues siendo tu, la misma que escribía sobre conciertos y viajes en las entradas anteriores...

No se cuándo nos volveremos a ver, quizá si me acuerdo te escribo pronto o quizá cuando retorne mi niño ya será mayor de edad. Who knows?