jueves, 22 de abril de 2010

El olor de mi abuelo

El único abuelo que recuerdo es a Miquel. Ese hombre serio, distante y de pelo blanco que siempre me daba un caramelo a cambio de un salto.

Lo que más recuerdo de el, es su olor. Su olor de abuelo. A esa colonia típica y básica que se ponía todos los domingos antes de ir a ver el fútbol. Que curiosa es la memoria, no?

En el metro iba yo, en mi mundo y, de repente, vi a mi abuelo. Todo por ir detrás de un señor que olía como el. Igual. En los 2 minutos que duraron las escaleras metálicas un montón de recuerdos estaban ahí, el fútbol, las comidas de los domingos, mi abuelo tocando el saxofón, su enfermedad, su muerte.

Y, entonces, abrí los ojos, y el estaba ahí diciéndome que aprovechara el momento, que la vida son dos días.

Hay que ver que pequeñas son las cosas que te hacen reflexionar, el sabor de un helado, la música en el metro, el tacto de un jersey nuevo, el olor de mi abuelo.